Aconsejar austeridad a los pobres
es una burla cruel y despiadada,
es como sugerirle que coma menos
al que se está muriendo de hambre.
Así hablan los que tienen de sobra
y no conocen la necesidad,
los que se llenan los bolsillos
a costa del sudor ajeno.
Pero no es eso lo que vino a enseñar
el que nació en un pesebre,
y que anduvo entre la gente humilde
curando, perdonando y predicando.
Él nos dijo que había que amar
al prójimo como a uno mismo,
y que los últimos serían los primeros
en el reino de los cielos.
Y siguiendo su ejemplo y su palabra
hubo muchos que lucharon por esta causa,
de los que no tenían voz ni voto
y que sufrían la injusticia y el abuso.
Entre ellos se destacó el Justicialismo,
un movimiento popular y nacional,
que defiende los derechos de los trabajadores
y que quiere una Argentina justa, libre y soberana.
Pero los enemigos del pueblo
no se quedan de brazos cruzados,
y con mentiras, golpes y traiciones
quieren destruir lo que se había logrado.
Y así nos tienen hoy, divididos y enfrentados
mientras ellos siguen robando y saqueando,
y nos quieren hacer creer que no hay salida
que tenemos que aceptar lo que nos han dado.
Pero yo no me resigno ni me entrego
y sigo creyendo en Comunidad Organizada,
en la que todos somos parte de un destino
y nos ayudamos y respetamos como hermanos.
Por eso te digo, compañero, que no aflojes
que no te dejes engañar ni someter,
que sigas la senda de los que hicieron patria
y que no te olvides nunca de este pueblo argentino.
Luis Gotte
Pueblo Surero