El viernes Colón y Gimnasia disputaron un desempate para definir el descenso en el estadio Marcelo Bielsa. Gimnasia con más actitud que juego se impuso por un golazo y logró mantener la categoría.
El descenso expone a una dirigencia de José Néstor Vignatti que ha hecho francamente todo mal, para descender menos de 3 años después de salir campeón. Asimismo, a un grupo de jugadores y entrenadores que este año evidentemente no dieron todo por dejar a Colón en primera división.
En primer lugar, la comisión directiva no supo mantener un plantel que le dió la gloria al sabalero, ni tampoco supo reemplazarlo, a pesar de gozar de un gran presupuesto y haber traído jugadores de alto costo.
Muchos de estos futbolistas tanto en el desempate como durante todo el año no han estado a la altura de las circunstancias. Nombres de referentes de este equipo como Wanchope o Garcés son los que más pueden llegar a resonar, al ser líderes que ya sea por motivos futbolísticos, físicos o actitudinales no dieron todo lo que tenían que dar. Al contrario del rendimiento que por ejemplo, llegaron a mostrar los referentes de Gimnasia en la final como De Blasis, Morales o Enrique.
Párrafo aparte para otro error de esta gestión como lo fue la selección de los técnicos. Tres entrenadores dirigirían a Colón durante este año. El primero fue Saralegui, que en 2023 sólo dirigió cuatro partidos. Había asumido a finales del año pasado como interino en principio sólo para terminar aquel campeonato. No obstante, tuvo la posibilidad de tener un mercado de pases y estar al frente de los dichos cuatro encuentros, de los cuales sólo sumó un punto.
En su reemplazo, llegaba Néstor Gorosito, quien venía de hacer una muy buena campaña el año anterior precisamente en Gimnasia. Sin embargo, Pipo nunca le encontraría la vuelta al equipo durante la Liga Profesional y terminaría el primer semestre en zona de descenso junto a Huracán. A pesar de este muy mal torneo, la dirigencia decidiría que continúe Gorosito en el banco del equipo santafesino.
Al DT se le daría la posibilidad de un mercado de pases donde llegaron muchos jugadores costosos y de experiencia como Botta, Favio Álvarez, Batallini, Conti, Ángel Cardozo o Toledo. Sin embargo, diez fechas después el equipo seguía al borde del descenso y a falta de cuatro fechas el negro se quedaba sin técnico.
El elegido para salvar a Colón del descenso sería Israel Damonte, quien venía de dirigir a Sarmiento, otro comprometido con la permanencia. Si bien probablemente fue el menos responsable de todo ésto, los planteos como con Vélez o Gimnasia convierte al ex-Estudiantes, en otro error de la comisión directiva.
Si las tres patas de un equipo de fútbol (dirigencia, jugadores y cuerpo técnico) fallan, es muy difícil mantener la categoría, incluso para un equipo que hace dos años bordaba su primera estrella.
Como si fuera poco, un club que ya debería pensar en la reconstrucción el 17 de diciembre tendrá elecciones. En un marco de un club totalmente dividido, seis listas diferentes se postulan, incluída una lista oficialista liderada por Gustavo Ingramo, aunque hay rumores de un posible paso al costado.