Una de las grandes controversias que se han suscitado estos años ha sido el racismo y la discriminación en el deporte sudamericano. En Brasil se trata con toda razón de algo muy serio, por lo que una persona puede ser arrestada. ¿Pero qué pasa cuando la discriminación viene de ellos para con los argentinos? Ésto fue lo que padeció la jugadora de la selección argentina de handball Elke Karsten.
Argentina y Brasil se disputaban el oro en handball femenino, en los Juegos Panamericanos en Chile. En el partido que ultimadamente terminaron ganando los brasileños, se viralizó un video en el que la torcida provocaba de ese país claramente a la jugadora de La Garra, Elke Karsten. En las imágenes se puede ver claramente las burlas e insultos, a la que le jugadora se mostró tranquila y apacible.
No obstante, la jugadora se descargó a través de X (ex-Twitter) y contó su experiencia. Ésto fue lo que la jugadora dijo:
“Nunca me había tocado vivir una situación así y la verdad es que no se la deseo a nadie. No solo quedó en estás imágenes que se ven, sino que una vez sentada al costado, en la silla que me correspondía me siguieron insultando y burlándose de mí y de mí equipo.
Ni los árbitros, ni la cantidad de jueces de mesa que había, NADIE PERO NADIE paró el partido el partido y freno está situación y para que está gente deje de insultar, hacer señas y burlarse de mí y de Argentina.
La solución más fácil fue que yo me cambié de lugar (yendo atrás del banco de la Selección de Brasil) en vez de sacar a esta gente o mínimamente PEDIR RESPETO. Esto deja mucho que desear tanto de la afición como de todos los que son responsables de esto.”
Ante este hecho, ¿Podemos afirmar que en Sudamérica se maneja con una doble vara los sucesos de discrimanación para un lado que para el otro? Si nos vamos a otros deportes como el fútbol en algunos casos se han visto severas sanciones, mientras que en otros, no tanto.
Si bien en este caso es la CONMEBOL la que designa las penas, lo cierto es que han sido muy dispares. Las expresiones racistas, como gestos de “monos” o lanzar trozos de bananas, a las aficiones o jugadores brasileños han sido penadas con sanciones económicas para los clubes y derechos de admisión para los que realizaban los actos de racismo.
Asimismo, si nos vamos más atrás en el tiempo todos podemos recordar cuando el ex-Quilmes Desábato quedó detenido en Brasil casi dos días por dichos racistas. Sin embargo, estos años también se ha visto más de un video donde hinchas brasileños provocan a argentinos, por ejemplo, cortando pesos argentinos en sus caras, en referencia a la dura situación económica que atraviesa el país.
Para estas situaciones las sanciones no han estado ni cerca de las otras, si es que las han habido. Dicho esto, ¿Por qué se considera una situación más grave? A parecer de quien les escribe los castigos deben ser iguales de un lado como para el otro. Será una discusión que se deberá llevar a cabo en estos tiempos.