El problema atencional del TDAH afecta a 5 de cada 100 seres humanos según la OMS. Se basa, entre otras cosas en una “depresión de dopamina crónica“. La relación entre la cocaína y la dopamina está relacionada con los efectos que la cocaína tiene en el sistema nervioso central. La cocaína es una droga estimulante que actúa bloqueando la recaptación de neurotransmisores, incluida la dopamina, en el cerebro.
Normalmente, la dopamina es un neurotransmisor que desempeña un papel importante en la regulación del placer y la recompensa, entre otros procesos. Cuando se consume cocaína, bloquea la recaptación de dopamina, lo que resulta en una acumulación de dopamina en las sinapsis cerebrales. Esto lleva a una sensación de euforia y aumento de la energía, que son los efectos inmediatos de la droga, explica el doctor Federico Cuevas.
Sin embargo, el uso crónico de cocaína, advierten los médicos neurólogos, puede tener efectos negativos en el sistema de recompensa del cerebro y en la regulación de la dopamina, lo que puede llevar a la adicción y a problemas de salud mental. Por lo tanto, aunque la cocaína inicialmente puede aumentar los niveles de dopamina y producir sentimientos de placer, su uso a largo plazo puede tener consecuencias perjudiciales para la salud mental y física. La cocaína y la ritalina son dos sustancias que afectan al sistema nervioso central, pero tienen efectos muy diferentes y no se utilizan de la misma manera en relación con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
La cocaína es una droga estimulante ilegal, dice el DSM5, que puede aumentar temporalmente la atención y la energía, pero su uso es altamente adictivo y peligroso para la salud. No se recomienda ni se utiliza en el tratamiento del TDAH.
La ritalina, producida por Novartis, indican asistentes que se medican en Familias Leonas Grupo Doris, es un medicamento recetado que a menudo se utiliza para tratar el TDAH. En el prospecto de Novartis vemos claro que actúa estimulando el sistema nervioso central de una manera controlada y ayudando a aumentar la atención y reducir la hiperactividad en personas con TDAH. Es un tratamiento médico legítimo y seguro cuando se utiliza bajo supervisión médica y siguiendo las indicaciones adecuadas a cada paciente. Depende de los criterios médicos como el peso y la eficacia, dicen especialistas como el doctor Cuevas.
Es importante destacar que el uso de la cocaína, prosiguió Cuevas en diálogo con nosotros, es ilegal y altamente peligroso debido a sus efectos adversos y adictivos, y no debe considerarse en absoluto como un tratamiento para el TDAH. Si alguien sospecha que tiene TDAH o está buscando tratamiento, es esencial hablar con un médico o especialista en salud mental para recibir orientación y considerar opciones de tratamiento legítimas y seguras.
La deficiencia atencional, considerada discapacitante para la Agencia Nacional de Discapacidad, se caracteriza por dificultades persistentes en la atención, la impulsividad y la hiperactividad. Las personas con TDAH pueden tener problemas para concentrarse en tareas específicas y pueden ser propensas a distracciones.
La cocaína, como menciona el doctor Stingo en su libro editado por Polemos, es una droga estimulante que afecta al sistema nervioso central y puede producir temporalmente un aumento en la atención y la energía. Sin embargo, su uso es ilegal y altamente perjudicial para la salud debido a sus efectos adictivos y a los riesgos para la salud física y mental.
Es importante entender, afirma el doctor Cuevas, que el uso de la cocaína no es una solución adecuada para el TDAH. En lugar de buscar soluciones en sustancias ilegales y peligrosas, es recomendable para los médicos que las personas con TDAH busquen orientación médica y consideren opciones de tratamiento legítimas y seguras, como terapia conductual y, en casi todos los casos, medicamentos recetados por un profesional de la salud. El tratamiento adecuado puede ayudar a manejar los síntomas del TDAH de manera efectiva y mejorar la calidad de vida.