Escribimos esta nota trasladando la inquietud de un menor de edad, que concurre a la escuela primaria, que nos dijo que en Discord se podrían propiciar casos de abusos sexuales cibernéticos que los que siguen al paradigma norteamericano llaman “grooming”. Pero en lo personal, yo, Lorenzo María Guedes, lo llamo tal cual es: perversión. Freud ya lo decía en sus escritos científicos sobre sexualidad. En lo personal suscribo al paradigma psicoanalítico. Pero esto es arena de otro costal.
Se presenta como una inocente app para realizar videollamadas entre menores de edad y adolescentes de la primera juventud.
Pero llamamos a una fuente de delitos complejos y el abogado defensor de menores, nuestra fuente, nos dijo que hubo 18 denuncias penales de abusos en Discrod.
Se puede utilizar en un amplio espectro: desde un Samsung Galaxy o un Motorola que posea Android hasta el sistema operativo preferido por los ricos, Apple.
Sin embargo, esta APP en apariencia inocente no evaluaría con los estándares de la moral civil y la ley a sus participantes. No posee datos biométricos, nos dijo otro especialista en cyberdelito, y cualquier persona puede obtener ilicítitamente el DNI de un menor y hacerse pasar por tal. Pero tampoco, nos aclaró una socióloga de la cátedra de Infancia, Adolescencia y Juventud cuya titular es Clarisa Voloschin, se exige alta rigurosidad.
“Con el DNI de mi hijo había tres cuentas, una en Malasia” dijo Anahí Méndez, investigadora, a este medio.
Intentamos periodísticamente cumplir con el protocolo y hablar con alguien responsable de la APP. En los grupos de PRENSA de más de TREINTA MIL periodistas ninguno de ellos conocía al jefe de prensa de la polémica app Discord.
Vemos que hay indiferencia de algunos propagandistas de si mismos que utilizan al grooming, suavizándolo para no decir abuso sexual cibernético, y porque hacen negocios en el exterior sin ser médicos, psicólogos ni científicos sociales ni tener interés personal más que el autobombo (no los nombramos porque son famosos) no hacen alusión a la app. Vemos en algunos referentes algo muy extraño: Cambian de opinión sobre los gobiernos y sobre los temas si llega el sobre. Eso vemos. No hay en la República Argentina, donde abundan los emprendimientos con buena intención de muchas personas, una asociación seria donde denunciar esto consistentemente.
Uno dice, a mi que me afecta. Puede ser tu hijo. Tu sobrino. Pudo haberte pasado a vos de chico.
La fiscalía de la Ciudad las toma 24 horas al 144. Y se puede llamar al 911 si usted ve algo raro.
Pero las luchas, nos enseñó el Indio Zabala, son colectivas. Son más fuertes sin son colectivas.
Es momento de recordar a Bernardo Neustadt.
Qué están haciendo nuestros hijos en este momento.
AH. UBICACIÓN FÍSICA DE LAS OFICINAS DE DISCORD EN ARGENTINA? DESCONOCIDA. NO HAY UNA DIRECCCIÓN FISCAL NI PARA MANDAR UNA CARTA POR CORREO.