- Pregúntese a sí mismo qué es lo que le hace creer en sus creencias religiosas y por qué las valora. ¿Son estas creencias basadas en la razón y la evidencia, o son más bien fruto de la tradición o la influencia de otros?
- Explore otras perspectivas y creencias. Lea libros y hable con personas que tengan puntos de vista diferentes al suyo. Esto le ayudará a ver sus creencias desde otro ángulo y a tener una comprensión más amplia del mundo.
- Analice críticamente las pruebas y argumentos que se utilizan para apoyar sus creencias religiosas. ¿Son válidos y sólidos, o son falaces o débiles? ¿Hay evidencia científica o racional que contradiga sus creencias?
- Ponga a prueba sus creencias en la vida diaria. ¿Cómo afectan sus creencias a cómo se comporta y cómo toma decisiones? ¿Le dan una vida más plena y significativa, o le causan conflicto o incertidumbre?
- Considere la posibilidad de adoptar una actitud más agnóstica o atea. Esto significa mantener una mente abierta a la posibilidad de que no exista una divinidad o un propósito trascendental, y enfocarse en vivir una vida significativa y ética en el mundo presente.
Javier el Evangelista te enseña a deconstruirte
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