Hablé del diezmo. No paran de llegarme mensajes. Pocas veces desde que estoy en las redes recibí tantos mensajes: más de mil. Y siguen entrando. Mucho pero mucho enojo. También apoyo. Creo y considero por experiencia que no hay tema tan controversial como el diezmo. El diezmo es un tema que genera una controversia impresionante. El diezmo es el tema. Es el arma de manipulación dentro del cristianismo contemporánea.
El ídolo más grande y poderoso de la historia: el del sistema.
Dinero en el sistema. Diezmo en la iglesia.
Premios y castigos en el mundo.
Vos y yo sabemos que el que se maneja bajo premios y castigos no es el Dios, la Fuente, del que yo amo y al que adoro.
¿Sabés quien se maneja bajo el precepto de premios y castigos? Satanás.
Yo se que pactos te suena.
“Haga un pacto que le duela”.
“Haga un pacto doloroso”
¿Pacto?
Quien hace pacto es Satanás.
No se si te suena pacto satánico.
Muchos me citaron versículos: como Malaquías Tres Diez. Dar al César lo que es del César.
Malaquías Tres de Diez le hablaba a la tribu de Leví específicamente.
¿Entonces dejo el Antiguo Testamento de lado?
No. No lo descartes. Contextualizarlo es la clave: histórico, teológico, gramatical.
Si yo agarro y elijo los versículos que me sirven para venderte una idea….
Las interpretaciones de la Biblia están manipulados por el hombre.
Tomamos varas terrenales para pensar como Dios funciona con nosotros. Una forma muy ignorante de interpretar la relación con la Fuente. Es la deformación de la verdad. De la historia. Por herencia. Pero Malaquías Tres Diez dice “derramo bendición. Por ustedes reprenderé al demonio”. No sirve que te lea el versículo.
Detrás del verísculo está el contexto histórico, teológico y gramatical.
Una vez perejil, siempre perejil.
La perejilidad se hereda de generación en generación.
La gente reacciona agresivamente: la verdad le genera agresión.
Vos pagás porque tenés miedo. Y porque alguien te lo dijo. Por eso hay que leer y aprender.
Si no me quieren seguir más no me sigan.
Pero contextualicen. Con excelencia.
Malaquías Tres Diez era para una Teocracia. Vos que me insultaste ¿Sabés que es una teocracia?
Básicamente, vos que me insultaste, me dijiste que acomode el mensaje a lo que le conviene a unos pocos. Muchos me dijeron. “Da un mensaje positivo, no le digas lo que la gente no quiere escuchar”.
Quien hace esas cosas está trabajando para el Reino. El Reino de Satanás.
“Yo doy el diezmo y a mi me gusta”. Estás buscando una satisfacción egoísta. Se trata de aprender a amar. A dar. Al otro.
Pablo dijo: den según hayan prosperado. Pero sus espíritus. Cuando el espíritu de verdad prosperó en vos las necesidades del otro perturban tu alma. Es la única tradición que entiendo por diezmo y ofrenda.
Estos diezmos económicos. Pedorros. No tiene nada que ver con nada.
Yo te invito a vos, que me insultaste, que no repitas como un ganso lo que dicen en un edificio repleto de gente que dice ser iglesia. Hay muy pocos lugares donde tienen lideres que son la iglesia. Son otra cosa.
“Si usted ofrenda le va a ir bien”. Eso es biri biri.
El bienestar como lo conoce la carne no va de la mano como lo conoce el espíritu.
El bienestar no tiene que ver con lo físico.
“Yo doy más del 10%”. Me importa nada si das el 100%. Si tenés necesidad de decirlo es porque te gozás en decir lo bueno que sos.
No hubo cambio en tu vida.
Estas pésimas interpretaciones, estos verísculos descontexctualizados, que me dejaron la cabeza así, sabés de qué habla: de ASPIRANTES DE PUEBLO DE DIOS CON UNA IGNORANCIA ESPANTOSA.
Planeros del Señor.
¿Hay que diezmar?
No.
Como está presentado en los templos no hay que diezmar.
¿Hay que ofrendar?
No.
El dar es una necesidad. No se presenta en un edificio. En una estructura social. Es una necesidad de hacer cualquier cosa por los demás.
Acercándonos a la misión que la Fuente tiene para nosotros.
La misión se labura. Como perro.
Desde la humildad. La verdad del Señor, de Dios, de la Fuente, te levantan sin saber a donde vas.