Mientras fue Diputado Nacional, Gustavo Menna, elaboró un proyecto de protección de las fuentes periodísticas que fue explicado, oportunamente, en medios periodísticos. Así lo sintetizó:
“Las fuentes de información son un auxilio indispensable de la profesión periodística. Éstas pertenecen a un universo variado y dispar: funcionarios que transmiten información y opinión off the record, empleados de organismos, funcionarios policiales y acompañantes habituales de los dirigentes, entre otros.
Sin los datos que determinadas fuentes proveen, el mundo de la información quedaría restringido e imposibilitado, al igual que ocurre en el debate público de muchas provincias, que está constreñido a la propalación automática y acrítica de las gacetillas que difunden los gobiernos.
En la mayoría de los casos, las fuentes suministran esa información a ciertos periodistas pero con la condición de mantener en secreto su identidad. Los periodistas de profesión y oficio saben acceder a ese mundo para tener información calificada, de primera mano e inalcanzable por vías tradicionales. Es innegable que para ganarse la confianza de éstas es necesario el respeto del periodista hacia su fuente, a modo de pacto, que en ningún caso y por ningún motivo expone ni revela su identidad. Es parte de un código de ética de la profesión”.
Esto publicaba en La Política Online, en el 2020.