Se disputó el plato fuerte de la fecha de los clásicos. Boca con la cabeza más en la Libertadores que en el superclásico, se encontraba con un River con muchos problemas jugando fuera de Núñez y que hace 5 años no ganaba en la bombonera.
Fue en este sentido que Almirón planteó un partido pensando más en la visita a Palmeiras, que en el partido con su eterno rival. El xeneize planteaba un equipo muy distinto al que venía de empatar con los brasileños, sobre todo en el mediocampo.
De mitad de cancha en adelante así paró el local: Campuzano (contención); Janson, Ramírez, Bullaude, Blondel; Benedetto.
Ante este panorama, River salía ante un panorama donde a pesar de ser visitante, y no ganar en esa cancha hace media década, salía con una cierta obligación, al disponer del grueso de sus titulares. También recordemos que el equipo de Demichelis venía de 14 partidos de visitante, donde sólo había ganado uno.
Así salieron los equipos ante un gran marco de gente. El primer tiempo fue malo, cosa que podemos explicar a partir de que los clásicos son más trabados que jugados. En prácticamente la primera clara, tras una serie de disputas, la pelota le
quedaría a Enzo Pérez, que desvío de Rondón por medio, se le metería a Romero sobre el final del primer tiempo.
Almirón no tardaría en rectificar el planteo del primer tiempo. En el vestuario Almirón metería mano en el sorpresivo mediocampo, que se notó su poca presencia sobre el partido. El DT cambiaría a Bullaude, Ramírez y Blondel, por Ezequiel Fernández, Barco y Medina respectivamente.
El segundo tiempo mejoraría considerablemente, haciéndose inicialmente de ida y vuelta. Figuras como Lanzini, Barco o los cambios de Boca elevarían el nivel de los segundos 45’ minutos. Los ingresos a falta de poco más de 20’ para el final de Cavani y Zeballos, sin embargo, empujarían definitivamente a resguardarse en su campo.
El único encuentro de Boca y el gol fue a través de Cavani. El gol del delantero uruguayo sería anulado luego de que el centro de Zeballos lo encontrara en offside. Cavani se impuso a Armani en su salida, y luego de que la pelota chocara con el travesaño el ex-Nápoles marcaría de chilena, aunque nada de esto valdría.
El otro motivo por el que el equipo azul y oro no se encontrara con el gol sería las grandes apariciones de Herrera y Paulo Díaz, sobre todo el chileno. La solidez defensiva de ambos a fuerza de cortes e intercepciones los convertiría en unas de las figuras.
Sobre el final del partido uno de los grandes morbos del partido sería el ingreso en River del ex-Boca Colidio. En los minutos finales con un Boca volcado al ataque, Facundo Colidio tendría dos clarísimas. La primera, luego de una muy buena combinación del millonario y asistido por Barco, Colidio malograría su chance disparando por sobre el travesaño.
La segunda, nuevamente a través de Barco, éste tocaría para el también ex-Tigre que no podría ante el achique de Sergio Romero. El rebote, sin embargo, ante la incapacidad de despeje de Bruno Valdez le quedaría a Enzo Díaz que le daría el 2 a 0 y la victoria al equipo riverplatense.
El clásico se lo quedó River en un momento que lo necesitaba mucho, más que nada su entrenador Demichelis. Posterior a terminado el partido, Almirón se refirió nuevamente al arbitraje de Merlos, y en este sentido fue contestado por algunos jugadores de Riber como Barco que dijo “Almirón se queja mucho. Tiene que fijarse un poco más en él, un poco más de autocrítica”.