Veía hoy, entre otras cosas, hablando de bueyes perdidos, acerca del fútbol, unos vídeos del mundial. De cuando salimos campeones.
Videos de todo esto. Donde había gente que festejando destrozaba la ciudad o el lugar o el barrio donde estaba.
Y eso lo llama celebrar. Si eso es celebrar no sirve de nada. No sirve de nada que ganemos o que no ganemos.
Ganar el mundial de fútbol generó una gran celebración. Ok.
No gananos si había otro en la televisión que decía “yo por Argentina mato porque es mi país porque la patria”. No ganamos.
En la nota siguiente salía uno que decía que ese tipo había salido de caño a robarle a la gente. Al otro día.
Argentina es el otro, si yo no puedo respetar al otro, no hay nada para celebrar. Nada. No sirve de nada celebrar un gol argentino es decir esto: “Somos lo mejor en el mundo”.
Y como yo soy lo mejor del mundo puedo salir al otro día así de caño a chorearle al otro, a matar a uno a romperle el auto, a romper las paradas de colectivo, no sirve brother, no va, no eso eso, no eso de los goles, no me hacen argentino ganar el mundial un torneo organizado por el hombre, no me hace argentino. Lo que me hace argentino es el otro, el respeto por el otro esa grandeza esa magnificencia es adoración, esa obnubilación que siento por por el fútbol. Que el fútbol evidentemente en nuestra sociedad, específicamente en la Argentina, tiene una connotación absolutamente diferente y mucho más potente que en la gran mayoría de los restos del país del mundo esto te lo digo con conocimiento de causa.
Porque viví en varios países, y vivo en otro país no no puede sobrepasar el respeto al otro si yo no te respeto a vos en lo mínimo en lo mínimo y él viva la patria el himno y todo eso es verdura es humo es un bolsita. Entonces tenemos una gran oportunidad otra vez como todos los días una gran oportunidad de redimirnos frente a nosotros mismos en esta concepción de la patria de la Argentina de que nos conozcan a partir de un logro futbolístico. Entonces celebremos respetándonos todos los días de nuestra vida.
Argentina que sea campeón del mundo no una vez cada cuatro años. O cada 24 años.
Son como este fenómeno, viste, del día de la madre del Día del Niño, todo el mundo ama a su madre el día de la madre, el Día del Niño “nuestros hijos son los mejores” al día siguiente a los caños, con todo, vieja ¿No? el día del niño, es todos los días el día de la madre el día el día de la patria Argentina, campeón del mundo, es todos los días. El día de la patria es todos los días.
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