El Presidente de la República Argentina, el Doctor Javier Gerardo Milei ha dado la orden de ascender en el Estado a la ahora Ministra Karina Milei y el Licenciado Manuel Adorni es Secretario de Estado.
Fue ascendido también el señor Eduardo Serenellini histórico conductor de “El Locutorio” por Radio Latina que se emitía de 12 a 14. También condujo los domingos a la mañana de Canal 26 donde y diversos archivos con los que Registro Televisivo le hizo bromas pesadas al periodista que en sus últimos dos años creció exponencialmente su audiencia. En ese programa, el locutor de radio Shuz y otro actor, Zanahoria lo querían mortificar pasando frases como “vi los vaqueros de la Montaña y no me gustó, pumbate, sacá esto” poniendo escenas de películas, de clase B que ofendían la moralidad del periodista que, durante el año pasado, en Radio Continental condujo la mañana.
?Qué problema hay en si su moral pública es una u otra, Zanahoria? ?Por qué tiene que gustarle la película que no se puede pasar en horario de protección? Yo no la vi. Pero no ofendió a nadie lo que dijo Serenellini. A mí no me gustan esa clase de películas. No me parece mal, Zanahoria.
El Licenciado Adorni, por su parte, el año pasado condujo un programa en Radio Rivadavia dónde integró el staff de Cristina Pérez.
Anoche, en una radio que no nombramos se lo criticó duramente a Adorni. Oyentes también llamaron para preguntaste la cantidad de perros que Adorni no quiso aclarar que poseeria el presidente de la República. El locutor de piso anoche a la 1.30 citó a Connan como actual mascota presidencial, cuando los hijos de cuatro patas del Presidente de la República Argentina Javier Milei son un tema de la vida personal del Presidente que no debería tomarse a la ligera y opinar de seres queridos, sean personas humanas o no, por respeto a la persona del Presidente Milei. O de cualquier otro ser humano.
En eso, El Secretario Manuel Adorni tampoco debe explicar eso. En eso tiene razón Manuel Adorni, tiene razón Adorni en no contestarle a los chimenteros: luego si, el gobierno desde el periodismo recepciona críticas constantemente. En todas las radios y canales es criticado permanente. Pareciera que la principal oposición al gobierno es la prensa. También han dicho barbaridades que, siendo críticos, algunos periodistas de este medios hemos rechazado: los trolls (algunos de ellos ahora oficialistas) ofendieron al Presidente Javier Milei con algo inaceptable. Dijeron que había una relación “de consuelo” entre una persona de su familia y el. Se metieron con su familia. Tras narrar, con morbosidad, episodios que no sabemos si fueron así o no, en la vida del Presidente Milei, si sufrió golpizas o no, si sufrió bullying o no. Reírse de eso es de basura.
Lo mismo un “humanista” que ha calificado de “neuro divergente” al Presidente Milei. O sea que lo ubicó con problemas de salud como el TDAH o TEA. Le dijo que tiene autismo básicamente. Eso puede ser una discapacidad.
Es una condición, no un insulto. Ni una chicana. Hace sufrir a cada familia y a cada persona con Discapacidad eso que hace la oposición de los periodistas.
Lo mismo han hecho con Ramiro Marra. Le dijeron que tenía una enfermedad. Es perverso porque muchas personas sufren enfermedades como la que le dijeron a una persona que tiene su punto de vista pero no es agresiva y ninguna ocupa un cargo público que se tenga público conocimiento.
Esto no es joda. La salud no es joda.
Podrían ocuparse, la oposición, en preguntar por los problemas de las personas que tienen enfermedades. En las leyes de Salud. Y después hablan de crueldad….
En vez de reírse de cosas de mentes perversas. Punibles, por otro lado. Pregunten eso. Solucionen los problemas de la gente. Por eso no les creen.
Pareciera que a la oposición no le importan nada los delitos como el incesto, que está prohibido, las enfermedades, la antropología sobre los derechos animales. A ese periodismo, la principal oposición, los medios de la mala onda, a veces le interesa la basura.
Hay límites. Para todo. Criticar si. Ser cínico, no. Mentir, no. Tiene razón Milei en eso. En otras cosas, no. En eso tiene razón.