El mundo contemporáneo enfrenta una realidad sin precedentes: el asombroso ascenso de las grandes empresas tecnológicas, entre ellas Google, Facebook, Amazon, Apple y Microsoft, que ostentan un crecimiento exponencial y controlan de manera creciente el panorama global. Este fenómeno plantea interrogantes cruciales sobre la autonomía de estas corporaciones en relación con las potencias occidentales y cómo afectan la soberanía, la democracia y la cultura de las naciones. ¿Actúan estas megacorporaciones como agentes del colonialismo o están por encima incluso de las mismas potencias que las vieron nacer? ¿Cómo responden instituciones clave como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional ante esta nueva realidad? Y, en particular, ¿cuáles son las implicancias de este fenómeno para la Argentina en su proceso de liberalización de su economía y del mercado?
La fuerza de estas megacorporaciones digitales radica en su habilidad para controlar y explotar datos personales, la materia prima de la economía digital. Estos datos no solo les permiten ofrecer servicios personalizados, sino que también generan ingresos multimillonarios a través de publicidad y comercio electrónico. Estas empresas, como protagonistas dominantes, expanden su influencia a sectores cruciales como salud, educación, transporte, comunicación y entretenimiento, moldeando las decisiones políticas y culturales a nivel global.
Ante este panorama, los líderes del capitalismo mundial, los políticos de naciones económicamente fuertes, el Banco Mundial y el FMI han expresado su preocupación y la necesidad de regular y limitar el poder de las mismas. En palabras de un representante, ” Las plataformas digitales han reemplazado a los mercados como el lugar de extracción de riqueza privada. Por primera vez en la historia, casi todo el mundo produce gratuitamente el capital social de las grandes corporaciones. Eso es lo que significa cargar cosas en Facebook”. La Unión Europea ha propuesto medidas para proteger la competencia, la privacidad y los derechos del consumidor, mientras que en los Estados Unidos se han iniciado investigaciones y demandas por violaciones antimonopolio y amenazas a la seguridad nacional.
El FMI, por su parte, ha alertado sobre los peligros de la concentración de riqueza y poder en pocas manos, instando a la cooperación internacional para establecer un marco regulatorio global y una tributación equitativa.
Las megacorporaciones digitales plantean un desafío sin precedentes para el orden económico, político y cultural mundial, amenazando con establecer un “tecnofeudalismo”. Ante esta realidad, debemos reaccionar con urgencia buscando limitar su poder. La pregunta para la economía argentina, basada en un libremercado sin restricciones y regulaciones, es cómo defenderá su soberanía, democracia, cultura e intereses frente a este avance. Se hace urgente una estrategia política integral que promueva el desarrollo local y proteja los derechos y valores nacionales es esencial.
En este escenario, la economía argentina se enfrenta a un desafío dual: lograr aprovechar las oportunidades de esta economía digital para impulsar su crecimiento y diversificación, al tiempo que deberá defender su soberanía, su cultura y democracia ante el avance de estos monstruos económicos. El gobienro argentino debe adoptar una estrategia integral que fomente la innovación y competitividad local, protegiendo y cuidando los derechos y necesidades de la población.
En este contexto desafiante, el pueblo argentino se encuentra en una encrucijada. La crisis económica, la desigualdad social, la inestabilidad política y las presiones externas, sumadas a la influencia de estas megacorporaciones, podrían generar desesperanza. Sin embargo, también representan una oportunidad para impulsar cambios positivos. Es crucial tomar conciencia del poder colectivo, despojarse de ideologías foráneas y defender activamente los derechos, intereses y valores nacionales.
La Argentina necesita un gobierno que cumpla su rol de representante del pueblo, regulando el poder de las megacorporaciones y promoviendo un desarrollo inclusivo. Se deben respaldar iniciativas locales, comunitarias y solidarias que ofrezcan soluciones a los desafíos actuales, aprovechando las herramientas de la economía digital, pero resistiendo las prácticas que amenazan la dignidad, libertad e identidad de la población. Hoy es necesario profundizar en el federalismo de base municipal.
Luis Gotte
La pequeña trinchera
Co-autor de “Buenos Ayres Humana, la hora de tu comunidad” Ed Fabro, 2022. Y “Buenos Ayres Humana II, la hora de tus Intendentes” es preparación.
Mar del Plata.