El régimen liberal con libre mercado es una teoría de laboratorio que propone un sistema económico y político basado en una sociedad egoísta e individualista, que promueve la libertad individual, el comercio internacional libre, la competencia sin regulaciones, la propiedad privada irrestricta y la limitación del poder estatal. Este régimen se originó en los sótanos académicos de Europa y se perfeccionó en Gringolandia durante los siglos XIX y XX. Algunos de sus primeros exponentes fueron John Locke, Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill, Alexis de Tocqueville, que quizás en sus inicios, creyeron trabajar en una propuesta de ideas opuestas al absolutismo monárquico y al mercantilismo.
La realidad nos ha demostrado que aquellos fueron simples instrumentos de un poder económico que irá mutando, llamado capitalismo. La Segunda Revolución Industrial comenzará a producir excedentes de manufacturas que deben ser vendidos al resto del mundo, para ello precisaron que los países de América Hispana, Asia y África abrieron sus puertos y mercados. Emerge, así, el capitalismo financiero. Los Bancos tendrán un papel fundamental en este nuevo orden mundial.
Sin embargo, este liberalismo de laboratorio nunca se aplicará de forma pura o completa en Europa o en Gringolandia. Ellos combinaron “su liberalismo” con otras ideas y prácticas, como el conservadurismo, el nacionalismo, el socialismo, el progresismo, el keynesianismo, el intervencionismo estatal. Estas influencias se debieron a diversos factores históricos, sociales, culturales y políticos, como las revoluciones, las guerras, las crisis, los movimientos sociales, las demandas populares, las ideologías rivales, los lobbies económicos.
En América Hispana, este liberalismo de laboratorio se introduce principalmente durante el S. XIX, como parte de los procesos de independencia y “modernización” de las nuevas repúblicas, enfrentándose a diversos obstáculos y desafíos, como la herencia hispana, la organización federal de gobierno, la creencia religiosa, la visión de comunidad por sobre la de sociedad, la solidaridad y la caridad contrarias al concepto de individualismo y egoísmo liberal. En Europa las burguesías pelean por libertad, en América Hispana nuestros caudillos federales lo harán por JUSTICIA.
Durante el S. XX se sucedieron golpes de estado en toda la América Hispana que, junto a los gobiernos liberales que se establecen, nos arrastraron a la dependencia económica, la estratificación social, la inestabilidad y corrupción política, el mesianismo político, el militarismo, el populismo globalista, la fractura social. Además, este liberalismo se aplicará de forma más radical y ortodoxa durante las últimas décadas del S.XX y principios del XXI, bajo el influjo de las políticas de ajuste estructural, de subordinación al Consenso de Washington y la globalización.
El liberalismo ha generado un intenso debate y controversia en América Hispana por sus efectos. Sus defensores afirman que este régimen ha aportado beneficios como el crecimiento económico, la estabilidad macroeconómica, la apertura comercial, la atracción de inversiones, la reducción de la inflación, el aumento de la productividad, la innovación y la competitividad. Sin embargo, la realidad nos demuestra que ha causado consecuencias negativas como la pobreza, la miseria, la desigualdad, la exclusión, la precarización, la vulnerabilidad, la deuda externa, la dependencia, la pérdida de soberanía, el debilitamiento de las instituciones democráticas y un mayor centralismo político.
A pesar de estas experiencias, incluso el socialismo que surgió también en los laboratorios europeos como un hermano mellizo del liberalismo ha tenido efectos similares para nuestras patrias, hoy resurgen con nuevos ropajes, nuevos elementos simbólicos, con términos reformados y neologismos seductores, ocultando el viejo esquema de dominación. Y nuestros pueblos se dejaron seducir por esta propuesta, creyendo que es algo innovador y una solución a los viejos problemas que aquejan al país.
Luis Gotte
La pequeña trinchera
Co-autor de “Buenos Ayres Humana, la hora de tu comunidad” Ed Fabro, 2022. Y “Buenos Ayres Humana II, la hora de tus Intendentes” es preparación.
Mar del Plata.