Se confirmaron los rumores: Boca llamó a Diego Martínez y éste renunció en Huracán, ante la posibilidad de arribar al xeneize.
Tal como ocurrió con Alfaro, Boca seduce a un técnico de Huracán con contrato, para llevárselo a la ribera. El llamado de Riquelme y el dinero fueron atractivo suficiente para Martínez para romper un contrato vigente hasta junio de 2024 y finalizar un proyecto que parecía erigirse tras salvarse del descenso.
El ex-entrenador de Tigre asumía en el Globo a falta de cinco fechas de finalizar la Liga Profesional, con el elenco de los Parque Patricios con la permanencia muy comprometida, y con sólo un mercado de pases debía salvarse con sólo las otras catorce fechas de la Copa de la Liga.
Y lo cierto es que el entrenador le cambió la cara al equipo tras el muy mal ciclo de Battaglia en la Quema. Si bien perdería sus primeros tres partidos, el equipo jugaba a otra cosa, y lograba ganar los últimos dos de los dichos cinco partidos, para no quedar en la zona de descenso en soledad.
Ya con un período de fichajes, Huracán sumó refuerzos de nivel y comenzaría a sumar muchos puntos. Si bien el equipo tuvo un claro déficit en partidos importantes como lo son Independiente, San Lorenzo y Estudiantes (4tos de Copa Argentina) para el Globo, éste pudo sumar muchos puntos y ser el equipo que más sumó en esta Copa de la Liga. Asimismo, lograría llegar a la última fecha ya sin chances de descender.
A pesar de que se volvió a ver ese déficit en 4tos de Copa de la Liga ante Platense, donde Huracán quedó eliminado, el paso de Martínez es claramente positivo. Ahora, con contrato en vigencia con un mercado de pases donde se satisfizo las demandas del DT, la decisión de Diego Martínez es un tanto cuestionable.
Por otra parte, Boca rompió nuevamente, puntos que unen al angelicismo con el riquelmismo, con el código tácito establecido entre clubes, de no llevarse jugadores que deciden no renovar con sus clubes, ni seducir a técnicos con trabajo.
Párrafo aparte, tocará evaluar en este caso a la doble vara de los medios de comunicación a la hora de juzgar el actuar de Méndez cuando se fue de Unión a Vélez y el de Martínez yéndose potencialmente de Huracán a Boca.
Y debemos recalcar la palabra potencialmente. Sin dudas no es una cuestión de que el estratega haya renunciado para comenzar a negociar con Boca, como ha trascendido, sino que hay unas elecciones que determinarán que se concrete finalmente o no, la llegada de Martínez al equipo azul y oro.
En horas en las que desconocemos la fecha de la realización de los comicios en Boca, e incluso donde se llegó a especular sobre una intervención judicial en caso de que no se realicen en diciembre, el ya ex-técnico de Huracán se ha lanzado a un gran riesgo.