Natalia Parracia es vitalmente docente. Entre las mesas de exámenes universitarios de Gramática avanzada, tuvo la gentileza de atendernos.
Su ciclo los jueves a las 22 La Lectora de Libros ya acumula cuatro temporadas.
Inicialmente en Radio Del Plata, se instaló con fuerza en AM 770. La emisora que hemos cubierto su génesis pluralista de la mano de Mariano Obarrio en el regreso y la seriedad de Abigaíl Lasalle al comenzar el día, en horario central.
“Cuando a uno lo apasiona algo lo quiere compartir”, describe Natalia Parracia a su ciclo. Un encuentro con la lectura.
“Me dedico académicamente y es muy gratificante. Los docentes somos los primeros influencers. El periodismo cultural lo que hace es fomentar las buenas prácticas. La literatura. Hay un enorme público lector”, piensa.
Desmitifica que los jóvenes no leen: “No siempre leen los formatos que estamos habituados.
Hay streaming literario.
Hay un mundo de lecturas por Whatsapp, Telegram. Las redes sociales individuales.
La lectura buscada que no es lo que se da en la escuela secundaria.
No es lo que se promueve de las editoriales.
Te venden la necesidad y el producto.
Hay docentes muy atados a lo que dicen las editoriales”, despliega la docente.
“Un libro es un desafío. Implica un pacto de lectura. Este entrenamiento va desarrollando tu hábito lector. Tu gusto”.
Desde la educación y las buenas prácticas se suscribe al “Modelo de aprendizaje inclusivo . No todos van a aprender igual. Hay temas generales. Nucleares. El tema les llega a todos como cada uno es. A cada aprendiente. Algunos son más auditivos. Otros más visuales”, se describe sobre el desafío de unir en amistad social la singularidad con la comunidad.
“Está en el docente poder barajar. No hacer un exámen estándar. Todos leemos el mismo libro. Las posibilidades de análisis son múltiples.
Convocamos para un día una lectura. Un libro. Una novela. Una poesia. La forma de evidenciarlo es diferente. Les doy hasta 20 opciones” dice Natalia Parracia sobre la necesidad de construir nuevas lógicas educativas.
“La educación en la emoción es vital”, analiza como respuesta al “no pensar lo que es la respuesta amigdalna”. Las personas, como este cronista, con déficit atencional, poseemos una amígdala más pequeña. Con ventajas y desventajas.
“Los exámenes no siempre reflejan lo que sabe el alumno. Los exámenes tradicionales no siempre son el mejor reflejo del conocimiento y las habilidades de los estudiantes. Es importante tener en cuenta que cada estudiante tiene su propio estilo de aprendizaje y que las evaluaciones deben adaptarse a eso”.
Su trabajo en la radio y el aula se une en aprender y compartir la “educación para el disfrute. Parar un poco. Salir. Ir al cine. Recrearse en una comida. La eflexión a posterior “
El ciclo tiene “capítulos temáticos. A veces me rijo por las efemerifes. O estoy leyendo. Caminando. Lo que sucede en el mundo”, describe La Lectora de Libros.
Hoy a las 22 se hablará de caídas. “Pozos y caídas”. Aludiendo tanto a Alicia en el país de las maravillas como a la Biblia y su reversión de Mark Twain en su simbólico pasaje de Adán y Eva.
Entre muchos otros con esta figura filosófica del mito de la caída descripta por el psicoanálisis en El héroe de las mil caras. Retomado, recientemente por Emilce Cuda.
“La construcción del amor se da después de la caída. El unirse y reunirse” es la invitación a escuchar a las 22 por AM 770.
Como epílogo destacamos la conclusión: las hidras de Lerna, para no vivir castigados en ilusiones, los dolores de espalda de Sísifo y molinos de viento, están en uno mismo. Lo heroico, dice la profesora, está en reconocerlas. Para volver al origen. Al Padre. A la madre, se agrega desde sectores de la teología del pueblo dado que la creación no es concebida sin ternura. Sin emoción. Una nueva vez. Para ser más libres. Del yo. Del superyó. Y desarmarse ante el encuentro del otro tal como le ocurrió al Buen Samaritano: bajó de la capital, fortificada, a Jeicó, no siendo de Israel, y puso su aceite, su tiempo, su casa y su persona en aprender a sanar al herido. Al roto. Donde vió humanidad. Aún siendo segegado: samaritano era considerado una perversión moral para los doctores de la ley. El poder. Los almidonados que tragaban hostias de aquel momento. Cuando ni existían las hostias.
La Eucaristía, se ha dicho, es ese evangelio del samaritano. Del infierno que es una realidad efectiva: el ensimismamiento. El no salir de sí. La soledad no buscada. La ausencia de comunión. La soberbia.
Meditasol de Miguel Abuelo es el tema que se escuchó tras la charla. Como síntesis de lo que se pensó.