Gimnasia este sábado perdió ante Banfield y quedó condenado a disputar un desempate para mantener la categoría. El presente de Gimnasia hace parecer ya muy lejano el hecho de que el año pasado peleó el campeonato y clasificó a copas internacionales.

En noviembre de 2022 Mariano Cowen ganaba las elecciones y se convertía en presidente de Gimnasia. Gimnasia venía de pelear un campeonato que lo tuvo algunas fechas puntero, y de llegar a la última fecha con chances de Libertadores, que se disipó y lo relegó a la Sudamericana.

No obstante, Cowen debía agarrar un club con grandes problemas económicos y deudas. Pellegrino abandonaba un club en el que había conseguido una reelección en 2019 con la promesa de la continuidad de Maradona. Detrás de Maradona y una gran campaña, el club venía de varios años luchando por la permanencia y ahogado por las deudas.

Ante ese panorama Cowen agarraba al lobo. El flamante presidente tenía el desafío de mantener un plantel que había hecho una gran campaña, y a Gorosito quien había liderado ese equipo.

Lo cierto es que en este primer desafío de gestión la nueva comisión falló estrepitosamente. Inicialmente, renunciaría Pipo Gorosito por falta de pago, que había sufrido desde agosto hasta el momento de su renuncia a principios de este año. 

Por otra parte, muchas de sus figuras se irían. Rey, que como todo el plantel había sufrido falta de pago durante la era Pellegrino, acaba contrato y se fue libre a Independiente. Ramón Sosa, a quien Gimnasia nunca le había pagado a Olimpia el pase, se fue a Talleres sólo a cambio de eximir a Gimnasia de la deuda con el club paraguayo. 

Asimismo, no podría retener a Cardozo que estaba a préstamo de Tigre, o a Alemán, una de las figuras que se fue a Banfield por menos del millón de dólares. También se iría Carbonero a Racing, por más de 3 millones de dólares.

De esta manera, Gimnasia debía enfrentar el 2023 casi que con la reserva. Los únicos jugadores que quedarían del plantel del año pasado serían Morales, Tarragona y Eric Ramírez.

El nuevo entrenador sería el hasta entonces técnico de la tercera, Chirola Romero. Con él vendrían muchos de los jugadores que venía dirigiendo en Estancia Chica. Esos jóvenes de las inferiores serían los que enfrentarían el primer semestre del presente año. 

Con todas las dificultades que ésto implica Gimnasia no haría un muy buen torneo, pero con las apariciones de pibes del club como Miramón, Lescano, Benjamín Domínguez o Tomás Muro que sostendrían al equipo. De ellos, sólo quedaría Domínguez, ya que el resto serían vendidos por millonarias sumas. 

Sin embargo, lejos de las expectativas de los triperos de a partir de esas ventas reforzar a un equipo que había quedado a 5 puntos del descenso, el Gimnasia de Cowen hacía otro mal mercado de pases. Y mientras nuevos jugadores de la reserva debían ser promovidos a primera, sólo los refuerzos de Abaldo y De Blasis se imponían en la titularidad, rindiéndole al equipo.

En este sentido, a los 3 partidos, tras tres derrotas en esta Copa de la Liga, Chirola era cesado en el cargo. Como nuevo entrenador llegaba Madelón, especialista en este tipo de luchas y que ya había salvado a Gimnasia en el 2009, en una promoción.

Madelón había logrado revitalizar al equipo y alejar a Gimnasia del descenso. Pero el sólo sumar un punto sobre los últimos doce volvió a colocar a Gimnasia donde está. 

Ante este panorama el viernes a las 17:00 hs. en Rosario se enfrentará a Colón para no descender. Un Colón que apostó por una idea de invertir en su último mercado de pases, pero que el hecho de pelear la permanencia, no permitió a su equipo desenvolver la experiencia y jerarquía de sus jugadores.