En una semana en la que Unión debería enfocarse exclusivamente en su partido clave del sábado, problemas dirigenciales e institucionales de la gestión de Spahn han azotado al mundo Unión.
Una nueva inhibición de FIFA le cayó al club santafesino a comienzos de la semana. Esta vez fue por el incumplimiento de pago de 500 mil dólares al club Deportivo Capiatá por el pase de Junior Marabel. El futbolista, que disputó treinta partidos entre el año pasado y el presente, actualmente se encuentra a préstamo en General Caballero, club de su país.
No se trata de la primera inhibición que recibe el tatengue en lo que va del año, como lo fueron las inhibiciones por Jonatan Álvez, Santiago Mele y Bryan Castrillón. Si bien estas inhibiciones fueron saldadas, complicaron seriamente el armado del plantel en el último mercado de pases.
Ésta es una de las muestras de la muy mala gestión spahnista. Unión tras el primer torneo parecía reacomodarse en la tabla tras la extraña salida de Méndez, sacándole varios puestos y puntos a los últimos de ese momento, Huracán y Colón.
Un mercado de pases donde pocos rindieron, y con poca inversión tras millonarias ventas en menos de un año como lo fueron las de Mele, Nardoni, Esquivel y Portillo, condujo a esta situación. A esas salidas se sumó en el último mercado la de Nardoni, que evidentemente no se reflejó en la inversión en nuevos jugadores. No obstante, la salida más extraña fue la de Gordillo a Vélez, quien se fue en condición de libre y con el antecedente de Méndez precisamente hacia el club de Liniers.
Fue así que hoy los rojiblancos están en zona de descenso, habiendo arrancado con 5 puntos de ventaja sobre el Globo y el sabalero, con 3 equipos en el medio y con otros 3 con los mismos puntos.
Otra de las cuestiones que hicieron ruido fueron las declaraciones del propio presidente, en relación al futbolista Franco Calderón que se irá libre a fin de año, posiblemente a Universidad de Chile.
“Calderón siempre puso trabas para extender el contrato y eso que se le ofreció ser el jugador mejor pago del plantel. Hubo un compromiso de no irse libre de Unión, pero se fue dando una situación en la que no pudo concretarse una extensión”, fueron algunas de las palabras del mandatario.
A pesar de lo desafortunado del momento, teniendo en cuenta que el defensor central debería estar enfocado en el partido donde Unión se jugará la vida, ésta es una negociación que se viene dando desde hace más de medio año.
El compromiso del jugador había sido en mayo, cuando las negociaciones parecían prosperar, pero que luego de las declaraciones, la dirigencia habría tomado la palabra, y habría decido no mejorar la oferta posterior a estos dichos, según información desde Santa Fé.
De esta manera llega Unión al sábado donde de local se jugará la permanencia, obligado a ganar para salvarse. En este sentido, como si fuera poco, en las últimas horas se ha visto la colocación de rejas sobre los vidrios de la sede social de Unión.