El futbolista colombiano del Liverpool Luis Díaz se reencontró el martes con su padre por primera vez desde que fue liberado por la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) luego de permanecer secuestrado por 12 días en una zona montañosa de Colombia.
Los padres de Díaz fueron secuestrados a fines de octubre en Barrancas, un pequeño pueblo del departamento de La Guajira la noreste del país, cuando se encontraban en una gasolinera y fueron interceptados por hombres armados en motocicletas. Su madre por el contrario fue liberada a las pocas horas y su padre retenido por 12 días.
Díaz Jiménez fue liberado el jueves en inmediaciones de la Serranía del Perijá, una zona montañosa de difícil acceso en la frontera entre Colombia y Venezuela, de donde salió a bordo de un helicóptero con intermediarios de las Naciones Unidas y la iglesia.
La autoría del secuestro fue reconocida por el ELN, sin embargo, habría usado una banda local llamada “Los primos” para raptar a los padres del futbolista. La Fiscalía capturó el fin de semana a cuatro de sus presuntos integrantes.
La liberación de Díaz Jiménez se produjo días después de que su hijo mostrara una camiseta con la frase “Libertad para papá” luego de anotar un gol para el Liverpool en un partido contra el Luton en la Liga Premier.
El delantero del Liverpool no sólo pidió la libertad para su padre, también de los otros secuestrados en Colombia.
El ELN, por su parte, justificó el domingo los secuestros como una manera de financiarse a la cual no habían renunciado en medio de las conversaciones de paz y aseguró que su organización “es pobre como la mayoría de los colombianos”.
El secuestro ha sido una práctica reiterada en el conflicto interno colombiano. Entre 1990 y 2018 fueron secuestradas 50,770 personas, según la Comisión de la Verdad —creada para esclarecer los hechos del conflicto armado interno— en su informe final. El ELN fue responsable de 9,538 de esos raptos.