Rodolfo Casamiquela es una de las personas que más ha luchado por mantener viva la conciencia y cultura indígena en la Patagonia. Paleontólogo, arqueólogo, Doctor en Ciencias, investigador, docente, historiador y escritor, dejó una veintena de libros y unos 400 trabajos de investigación. Se desempeñó como profesor de distintas universidades e instituciones académicas de Chile y Argentina. Fue docente emérito de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y propuesto para doctor honoris causa.
Dedicó su vida al estudio de los orígenes de la Patagonia. Como autor de numerosas publicaciones sobre los orígenes del poblamiento humano en la Patagonia propició el reconocimiento de la etnia tehuelche como pueblo originario de la parte Norte de la región de la Patagonia.
Casamiquela se define como “un científico, que dice la historia como la cuenta la ciencia, la antropología. No hago concesiones de tipo demagógico. Por ello, si digo que acá no había ningún Mapuche en 1865 y que recién llegaron en 1890, digo lo que es la historia, no lo invento. Sólo que otros no lo dicen o lo dicen distinto”.
En este libro responde a las afirmaciones de un integrante de un movimiento “mapuchista”, que lo acusa de “racista antimapuche” por sostener que los primeros indígenas de extracción mapuche arribaron en realidad a la Patagonia argentina en la última década del siglo XIX. Explica los fundamentos de su postura y, como profundo conocedor de las lenguas indígenas, aboga por la adopción de una serie de medidas que preserven la lengua tehuelche y mapuche y, por ende, la identidad de estas etnias.
Casamiquela se dedicó a construir un “mapeo” de los pueblos indígenas patagónicos, de sus características biológicas, culturales y lingüísticas y, a su vez, les adjudicó una localización territorial, delineando a través de rasgos y ubicaciones, fronteras étnicas. A la luz de los hallazgos científicos sostiene que en 1816 no habían mapuches en Argentina. Los primeros se radican en el centro de La Pampa en 1820 y en 1890, al sur del Limay Negro, los primeros pobladores de origen chileno fueron los mapuches y los chilotes. De esta constatación se desprende que si se definen como Mapuches son chilenos y si son chilenos no tienen derecho sobre la tierra de la Argentina.
Pero aun más importante que esto es poder devolver la verdadera identidad a los indígenas. Pues la gran mayoría de los que se definen como mapuches son de origen Tehuelche, pero se han dado muchas confusiones por la lengua o el apellido. Así se llega a que existan pobladores con abuelo tehuelche puro, pero ahora el nieto se define como mapuche. Luego, la Patagonia pierde su ser. Se vuelve entonces muy difícil recrear esa identidad maravillosa que -hasta hace 30 años- fue la palabra, la casa abierta, la hospitalidad, la seguridad y la base indígena, ahora desteñida por toda esta confusión que hay con los mapuches. Aunque hasta hace unos años atrás la historia era clara.
Casamiquela no pudo menos que indignarse por la “aparición” de “nuevas costumbres” que demostrarían que quienes en la actualidad se reivindican como mapuches, poco tienen de ello desde el punto de vista puramente étnico-racial. El autor sostiene que estos descendientes “urbanos” se “ahuincaron”. Pruebas al canto serían el abandono de los liderazgos hereditarios por la elección de cabecillas o jefes políticos (loncos); adopción de la práctica del piquete e ideología marxista/anarquista que nada tienen que ver con la idiosincrasia mapuche y la incorporación -para justificar la usurpación de fecundas tierras- de un discurso “ecologista” que obviamente proviene del Occidente moderno.
Desde ya que los “mapuchistas” no se lo perdonaron y lo «escracharon» varias veces para hacerlo aparecer como “anti-mapuche” cuando en realidad estos «no tienen verdadero interés en velar por la cultura indigenista, sino que son más bien «piqueteros».
Por ello este libro está dedicado a los descendientes de indígenas (mapuches y tehuelches) que conservan su identidad. Que tienen claro el origen étnico de sus antepasados.
-Nació en Huahuel Niyeu (“Lugar de la Garganta” en lengua araucana o mapuche), hoy Ingeniero Jacobacci, Río Negro, el 11 de diciembre de 1932.
-En 1948 comenzó el aprendizaje de la lengua araucana con Luis Merillán (Melillán, mapuche); Segundo Coñohuel, Gerónimo Pedraza (hijo de cautivo), Ricardo Huenul (los tres de origen cisandino regional), Ambrosio y Severo Gil (azuleros); Bernardo Leuful (mapuche); Catalán Huentemilla (de origen pehuenche); Tomasa Collueque (de origen manzanero, sobrina de Valentín Shaihueque).
Para proseguirlo, a partir de 1959, con maestros de la talla de Carmen Nahueltripay (de origen manzanero, sobrina segunda de Shaihueque), en Alto Ñorquinco; Clemente Nahuelquir (hijo de Miguel Ñancuche Nahuelquir, cacique subordinado a Shaihueque, ídem), Cushamen; y Lucelinda (Lucerinta) Cañumil (de origen ranquelino-azulero), de Chacaihua Ruca-Chenque Niyeo.
Y en Chile, donde vivió tres años, con personalidades mapuches tales como Domingo Curaqueo, profesor de lengua en la Universidad de Chile, Santiago.
En 1949 creó en Ingeniero Jacobacci el Museo Regional “Ayüfin Mapú”, hoy “Museo Naturalístico,Antropológico e Histórico “Jorge H. Gerhold”, con guía en Marcelo Loncomán, colaborador de toda la vida (argentino de origen mapuche).
En 1949 concurrió, invitado por sus organizadores, Gallardo Torres y Lorenzo Melillán (mapuches), con cuadrilla propia de bailarines de puelpürun (“loncomeo”), al ngillatún de Cortadera (Kengi-wau), Maquinchao).
Posteriormente participó -siempre invitado por sus organizadores–de aquellos de Cushamen (Chubut), ChacaihuaRuca,Anecón Grande (Río Negro)…
-Conoció así y trató a muchas centenas de personas de habla araucana o mapuche, de distintos orígenes étnicos, edades y sexos.
En 1959, inspiró y colaboró con su hermano Héctor y Elías Chucair: diputados provinciales, y su padre, René Héctor -Ministro de Asuntos Sociales en el gobierno Castello, ejecutor- en la creación del “Instituto Provincial del Aborigen” (organismo absolutamente pionero en el país, pero de vida efímera), cuyo Directorio era integrado por un descendiente de pehuenches, Cloro Reuque.
En 1957 publicó su investigación sobre “El contacto araucano-gününa küna.
Influencias recíprocas en sus producciones espirituales”.
En 1958, “Canciones totémicas araucanas y günün a künna (Tehuelches Septentrionales)”,pionero.
- En 1964, su libro clásico “Estudio del Ngillatún y la religión araucana” (reeditado, muy aumentado, por la Provincia del Chubut, en 2007).
En 1966, con Ramón Pelinski, “Músicas de canciones totémicas y populares y de danzas araucanas”, pionero.
-En 1967, “Geonimia [Toponimia indígena] de Río Negro”. - En 1968, “Geonimia” [Toponimia indígena] de La Pampa”.
En 1972. “El verdadero nombre del lago Nahuel Huapí” y ”Qué quiere decir Neuquén”.
En 1973, “El significado de La Lipela”.
En 1984, Reglamento del juego infantil del palin (ochueca) araucano”.
En 1986, “La expresión de lo sagrado en lengua araucana”.
-En 1987, ‘’Toponimia indígena del Chubut”.
En 1988 , “Estudio de la Toponimia indígena de la provincia de Río Negro”.
En 1990, Prólogo, notas y supervisión de traducciones del araucano para E. Perea: “… Y Félix Manquel dijo…“
En 1999, Presentación en: Czertock, Viviana: “Historia de vida y memorias de un antiguo” (Domingo Coñuequir).
En 2000, “Las expresiones literarias de los indígenas de la Patagonia”. - En 2000, “Toponimia indígena del Chubut’’. Edición corregida y aumentada.
En 2000, con Carlos Funes Derieul y José P. Thill, “Provincia de Buenos Aires.
Grafías y etimología de los topónimos indígenas”. - En 2001 escribió la serie de artículos ‘’Percepción, conceptuación y categorización deducidas del análisis de la lengua araucana”:
a)”El concepto de evaluar y sus afines”.
b) “Las estaciones, meses y fases lunares”.
c) “La expresión de los conceptos de semejanza, simulación y afines; de condicionalidad”.
d)”Los conceptos de animal y de humano”.
e) “La onomástica personal”.
f) “Los conceptos de aire y de espíritu”.
g) “Los conceptos de circular y de plano y sus afines”.
h) “Los conceptos de sagrado y de noble”.
i) “La nomenclatura de animales y vegetales”.
j) “Alto Dios y principio del mal”.
k) “Cosmovisión”.
En 2005, “Toponimia indígena de la provincia de La Pampa”.
Con todos estos trabajos se trata de contribuciones personales al conocimiento de la cultura y la lengua de los mapuches o araucanos. (Los interesados en otros aspectos, referidos a este mismo pueblo y a los restantes del ámbito austral de América del Sur, son remitidos al final del texto.) Además, como responsable del área respectiva de la Fundación Ameguino, ha publicado (“Testimonios indígenas”, serie única en el país, y otros):
-En 1989,”… Y Félix Manquel dijo… “,por Enrique Perea.
-En 1992, “Aprenda mapuzungún!”, por Antonio Díaz Fernández.
-En 1992, “El legado de Fituipán, por Carmen Quintulaf y Negra Reyes Sosa.
-En 1992, “Breve historia de mis abuelos y abuelas paternos y matemos. Lengua mapuche”, por Manuel Blanco.
-En 1994, “El parlamento imaginario de Ignacio Cañiumir”, por Marisa Malvestitti (primer texto conocido redactado por un mapuche).
-En 1999, “Historia de vida y memorias de un antiguo” (Domingo Coñuequir), por Viviana Czertock.
-En 2000, “Vida y lucha de don Juan Antonio Milhué, por Juan Antonio Milhué (aucache o”valdiviano”).
-En 2001,”Ceremonias, costumbres y creencias patagónicos reunidas (en la década del ‘30) por Antonio Gargaglione en Esquel, Provincia de Chubut”, por R. C.
-En 2004, “Doña María Epul de Cañuqueo. Machi Camaruquera de Cerro Negro, por Antonia Ñaneo y otros.
-En 1971, en un orden de cosas aplicado, ahora, siendo Subsecretario de Asuntos Inmobiliarios, y secundado por el Director de Tierras, Agrimensor Magneres, los abogados Bagli y Faluggi, y el elenco de inspectores de dicha Dirección, que tenía a la cabeza al recordado Capitán Carballo (quien llegó a ser tiroteado por algún terrateniente de la Línea Sur… ), llevó adelante varios pleitos por apropiación indebida de tierras de ocupantes indígenas y tuvo la satisfacción de hacer levantar varios alambrados ilícitos y restituir campos a sus ocupantes ancestrales. Además, elevó al Gobernador de la Provincia, Gral. Roberto V. Requeijo, en el marco de un proyecto integral de interés cultural, educativo y social, los proyectos de creación de las Reservas de Tierras para agrupaciones indígenas -destinadas a paliar el progresivo abandono de la tierra por sus ocupantes, especialmente jóvenes-, base de la actual situación legal desocupación; a saber’: