Boca ganó otra vez por penales y ya está en la final de la Libertadores, que jugará con Fluminense en su estadio, el Maracaná. El Xeneize arrancó ganando a Palmeiras con gol de Cavani pero el local empató, y condujo a los tiros del punto penal donde el Chiquito, se agranda.
Boca obtiene un pase a la final que ultimadamente podemos calificar como merecido. De los 180’ minutos de la serie podemos afirmar que el equipo argentino fue superior en 135’. Sumado a los 90’ de la ida, Boca durante el primer tiempo fue nuevamente mejor que el equipo de Abel Ferreira. No sólo se fue al vestuario ganando por una gran jugada de Merentiel que terminó definiendo muy bien Cavani, sino que prácticamente no fue inquietado por Palmeiras.
La superioridad de Boca, sin embargo, se mermaría rápidamente a partir de 2 hechos que modificaron la realidad de los de la ribera en el segundo tiempo. El primero fue el ingreso de Endrick en el entretiempo, el joven jugador de 17 años del Real Madrid. Éste realmente haría sentir la diferencia y empezaría a inclinar la cancha a favor de los locales.
El segundo hecho clave sería la expulsión de Marcos Rojo en el momento más crítico de Boca. Por doble amarilla, el equipo de Almirón debía enfrentar 25’ minutos y el descuento con 10. Menos de 10’ minutos, un disparo lejano del lateral uruguayo Piquerez se le metería a Romero, complicado por un desvío y la presencia de varios jugadores en el medio.
A pesar de que después del gol pudo dormir por algunos minutos el partido y escapar el asedio del Verdão, sería por el ex-arquero de la selección que Boca llegó a los penales.
Sergio Romero no sólo sería el motivo de llegar a los penales, sino también de ganarlos. Luego de que Cavani malograra el primer penal, “Chiquito” atajaría los primeros dos del albiverde, y dado que ningún jugador más de Boca falló, éstos avanzaron a la final.
Se trata del cuarto mata-mata que Boca le gana a los paulistas. Una de las cosas más llamativas de esta Libertadores es que el finalista no ganó ninguno de los 6 partidos durante los mata-mata, y sólo marcó 3 goles. Sumado a que el equipo azul y oro venía de ganar sólo 2 partidos de los últimos 13, y a pesar de que fue superior en la serie con Palmeiras, a título personal, quien les escribe solamente encuentra como motivo valedero, eso que solemos llamar o reducir a la palabra mística.
Ésta será la décimo segunda final de Libertadores para Boca, y la tercera oportunidad de alcanzar a Independiente como máximo ganador de Libertadores (7).
Será el octavo enfrentamiento entre Boca y Fluminense y mucho se hablará y repasará sobre el historial de estos dos equipos en los días venideros. De los 7 ya jugados Boca ganó 3, Fluminense 2 y los 2 restantes fueron empates.
La instancia más decisiva en la que ambos equipos jugaron fue en la semifinal. En esta instancia se cruzaron en dos ocasiones, siendo la primera en 2008, en la que Fluminense tuvo el pase a su primera final, que perdió con Liga de Quito. La segunda fue en la recordada semifinal de 2012 en la que Boca se impuso y le dio el boleto a la final con Corinthians.
La final será este 4 de noviembre, como ya dijimos, en la casa del propio Fluminense, el Maracaná de Río de Janeiro. Será importante analizar el factor de la posible localía que pueda llegar a ejercer el Flu en una final que supuestamente debería ser en estadio neutral.
En este sentido, a falta de poco menos de un mes: ampliaremos.