La provincia de Buenos Aires no es federal debido a la concentración de poder político y la falta de equidad en la distribución de recursos. Para superar esto, es necesario promover la participación vecinal, fortalecer la autonomía municipal y garantizar la transparencia en la gestión pública.
Mar del Plata, 06 de julio de 2023. – Comunidad Organizada, un concepto filosófico político desarrollado por el Gral. J. Perón, tiene como objetivo principal constituir una comunidad en la que todas las personas humanas trabajen juntas en armonía y colaboración, y así lograr objetivos comunes y mejorar la calidad de vida del conjunto. Un proyecto de civilización equidistante al globalismo internacionalista, ya sea el capitalismo gringo o el corporativismo chino. Es nuestro modelo argentino para un proyecto de Nación, de democracia social, participativa, cristiano y humanista que reconoce y garantiza los derechos de todos, estableciendo una clara conciencia de los deberes y obligaciones.
En este sentido, es importante observar que la provincia de Buenos Ayres se encuentra lejos del Proyecto Justicialista, y esto se debe, principalmente, a que existe una concentración excesiva de poder político que impide la autonomía de sus Partidos-municipios, contradiciendo toda Doctrina Federal. Situación que reprime las decisiones más importantes a nivel del gobierno local. La legislación que rige la vida de nuestros municipios, corresponde al Decreto de la Junta Militar del Contraalmirante Isaac Rojas y el General Eugenio Aramburu, el Dto. N° 6769 de 1958, asegurándose los gobernadores, desde 1983, el ejercicio del poder de forma centralista o, para utilizar un término histórico, unitario.
Un Sistema Federal de Gobierno implica que los niveles de gobierno, provincial-municipal, tenga sus propias competencias y responsabilidades, en un marco de autonomía plena, como establece el art. 123 de la C.N. Sin embargo, esto parece no ocurrir. El gobierno de La Plata ejerce un control sobre sus municipios, limitando su capacidad de tomar decisiones en perjuicio de sus habitantes.
Esta falta de federalismo ha llevado a una desigualdad en el acceso a los recursos y servicios en la provincia. Mientras que los municipios más cercanos al gobierno provincial reciben mayores inversiones y atención, aquellos más alejados son dejados de lado y sus reclamos no son escuchados.
Además, la falta de federalismo también se refleja en la forma en que se distribuyen los fondos coparticipables provinciales. El gobierno provincial decide discrecionalmente cómo se asigna el dinero, sin tener en cuenta las necesidades específicas de cada municipio. Esto ha llevado a que algunos Intendentes se queden sin recursos necesarios para ejecutar obras públicas o brindar servicios básicos a sus habitantes. Circunstancia aprovechada por el Ejecutivo provincial para cumplir con los reclamos, dañando al gobierno local, acreditando los resultados.
Otro aspecto importante, que ha dañado al federalismo, es falta de participación y representación de las comunidades locales en la toma de decisiones. Los municipios tienen poca o ninguna participación en la elaboración de políticas públicas o en la gestión de recursos, porque los Senadores y Diputados tienen limitadas su capacidad de representar y actuar en beneficio de sus vecinos.
Para solucionar esta situación, primero, es fundamental que se respete la autonomía comunal y se promueva la elaboración de Cartas Orgánicas, garantes de un federalismo real. Estas Cartas son instrumentos históricos-jurídicos que establecen las competencias y facultades de las comunas, permitiendo que ejerzan su propio gobierno y tomen decisiones acordes a sus necesidades.
Segundo, es necesario establecer mecanismos de distribución de recursos coparticipables más equitativos y transparentes, equilibrados y equitativos teniendo en cuenta las particularidades de cada comuna. De esta forma, se evitará la concentración de poder y recursos en el gobierno provincial y que se otorguen discrecionalmente.
También es fundamental fomentar la participación comunal y la representación de las comunidades en la toma de decisiones. Esto se puede lograr a través de la implementación de mecanismos que permitan organizar a los vecinos para tener voz en las decisiones que afectan sus vidas. En consecuencia, nuestros Diputados y Senadores deben comprender que son representantes directos de sus vecinos, y no del poder político o ideología de turno.
Por último, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires debe comprometerse a realizar una pronta reforma constitucional para garantizar la descentralización política, permitiendo la autonomía comunal y reconociendo, incluso, la creación de nuevos municipios, rompiendo el esquema de Delegaciones Comunales. Además, trabajar junto a los Intendentes en un proyecto de regionalismo productivo, fomentando el desarrollo económico en cada región.
Es fundamental dotar a los pueblos de estas herramientas para que puedan forjar su propio futuro. Debemos intentar crear una Comunidad Organizada para los próximos 30 años, en la que los bonaerenses tengan una participación activa en la constitución de su mejor porvenir.
Luis Gotte