Ayer, 25 de septiembre, pero en el año 1942 nacía uno de los boxeadores y personajes más memorables de la historia del deporte argentino: Oscar Natalio Bonavena, también conocido como “Ringo”.
Nacido en el barrio porteño de Boedo, Ringo, que era un mal estudiante, deja la escuela en sexto grado y empieza a trabajar. En uno de sus tantos trabajos, como picador de piedra, Bonavena descubriría tener una fuerza y un porte peculiar.
Es así, que Bonavena empezaría a hacer boxeo en el club del cual era hincha, Huracán. Ya ahí, destacaría por el tamaño de su físico y la fuerza con la que podía llegar a golpear, descolgando o abriendo a veces los sacos de boxeo. De esta forma, Ringo descubriría su gran amor, los guantes de boxeo.
Ringo inicialmente tendría dificultades en las cuestiones técnicas y tácticas, que inicialmente le haría perder peleas a nivel amateur. Sin embargo, a medida que éste se fue aplicando empezaría a mejorar, hasta el punto que ya con 17 años en 1959 era campeón amateur.
En épocas en que este deporte no era muy remunerado, Ringo se fue hacia Estados Unidos con intenciones de forjar su carrera. Ganaría sus primeras 8 peleas, 7 por KO, en el país del norte, cosa que le daría la oportunidad de regresar a su país y ganar el cinturón de peso pesado argentino, ante el histórico Gregorio Peralta, en un Luna Park lleno.
Otra de las grandes características del boxeador era su personalidad, que se puede definir como extrovertida, provocativa, pero también graciosa y divertida. Es así que, por ejemplo, antes de la pelea con Peralta, Ringo le envió flores a su camerino y no dudó en provocar e insultar públicamente antes de la pelea, aunque terminada ésta tampoco dudó en mostrarle sus respetos y admiración, a pesar de haber ganado. Sin dudas, todo un personaje.
Lo propio haría antes de su gran pelea con Muhammad Ali. Hacia finales de 1968 la revista Ring, tras lo que venía siendo una muy buena carrera Nueva York, ya lo consideraba el tercer mejor boxeador del mundo, y en este sentido en 1970 Bonavena se subiría al cuadrilátero para pelear al histórico boxeador estadounidense.
Las provocaciones de Bonavena pasarían llamándole chicken (gallina) y coward (cobarde) a raíz de que el boxeador de origen afroamericano había decidido no prestar sus servicios en la guerra de Vietnam. Aparte de provocaciones físicas en la previa del combate y de referirse a él como Cassius Clay, nombre de nacimiento de Ali.
Ali ganaría la pelea, aunque sin dudas Ringo no se lo haría fácil, habiéndolo puesto de rodillas en un momento del noveno asalto, mostrando la fortaleza de los puños del boxeador surgido de Huracán. En el último asalto, en un repleto Madison Square Garden Ali sin embargo, mostraría por qué es uno de los mejores boxeadores de la historia. Ringo, nuevamente, no dudaría en mostrar sus respetos después de la pelea.
Su último combate sería contra Billy Joiner que ganaría Bonavena. Ringo a la edad de 33 años sería asesinado de un disparo por un guardaespaldas del burdel Mustang Ranch en Nevada. Este burdel era adueñado por el mafioso italiano Joe Conforte, quien era una suerte de mánager de Ringo. Conforte, lo mandó a matar luego de una pelea, de la que se cree que se debe por un presunto romance Ringo con la esposa del mafioso, Sally Conforte.
De esta manera acabó la carrera y la vida de Ringo, justo cuando Bonavena tenía intenciones de una revancha con Ali. El boxeador argentino dejó un gran legado en la historia del boxeo de este país, hasta el punto que a su funeral en el Luna Park asistieron alrededor de 150000 personas. Hoy en día, la tribuna de la popular local del estadio de Huracán, el Tomás Adolfo Ducó, lleva su nombre, siendo recordado como uno de los grandes ídolos de esta institución.