La condición neurológica tiene más prevalencia que la esquizofrenia y la bipolaridad. Afecta casi al 5% de la población. Mientras que las anteriores a menos del 2%. Sin embargo la risperidona y el litio son más recetados que la medicación para esta probable causa de discapacidad. La condición que fue abordada por Fantino y Jorge Alemán en Neura Media es ignorada por la mayoría de los profesionales de la salud mental: tres fuentes de ANMAT nos dijeron que el 92% de los médicos psiquiatras de CABA “no tiene la receta” indicada para indicar el único medicamento que la ciencia, por consenso, estableció como “de primera elección” para tratar este problema. En Argentina hay una sola droga disponible de primera elección para tratar al TDAH. Mientras que en EEUU cinco. Sin embrago el 92% de los profesionales no puede indicarlo ni conoce el cerebro que portan, según la OMS, el 5% de los seres humanos.
En la UBA “no hay materias” donde en bibliografía obligaroria se de al TDAH nos dijo una fuente de Médicos Municipales ni en Medicina, ni en Psicología. Conicet no habría hecho casi estudios del tema, afirman desde la ong Colectivo Disca.
La Asociación Argentina de Psiquiatría se enteró que existía el problema, nos dijo una fuente interna, “porque a una médica le encontraron que tenía “. Se trata de la doctora Norma Chavarria, militante y paciente con TDAH que da charlas en esa asociación contando su testimonio entre lágrimas y lo que la ayudó ser diagnosticada y reitera en cada congreso a cargo de esa mesa de modo “vitalicio ” aseguran fuentes médicas confiables. Es conmovedor lo que padece esta persona que milita en Espacio TDAH. En APSA hay más investigadores especialistas en el tema: hubo ocho ponencias en el último Congreso.
Desde la Fundación Madres Leonas, su vocera, Paula nos dió cifras alarmantes sobre este tema: el TDAH en la Argentina tiene “menos del 0,8% de diagnóstico”. En adultos la mayoría es detectado cuando la persona llega a la última etapa de neurodegeneración: consumo de drogas ilícitas estimulantes. Como forma de automedicación “para poder concentrarse en una sola cosa”.
El 30% de la población carcelaria mundial padecería este trastorno según la OMS.
Aplicaremos el informe.