Chacarita le ganó en el Bajo Flores a Riestra en un encuentro que tuvo de todo. El Funebrero y el Malevo fueron a buscar el partido, pero con un gol de Gimenez los 3 puntos fueron para San Martín.
Riestra, con ganas de jugar el reducido y Chacarita obligado a ganar para retomar la punta tras la victoria de Independiente Rivadavia, hacía que el partido en el Guillermo Laza fuera uno de los grandes atractivos de esta fecha 28 de la Primera Nacional.
En un primer tiempo de ida y vuelta y con varias chances de gol, no se abrió el marcador, pero con un Albinegro ligeramente superior con Acuña como figura, wing derecho de Riestra.
El segundo tiempo arrancaría aburrido y con pocas chances, pero lentamente iría escalando, primero los jugadores de Chacarita reclamarían un golpe Dematei a Giménez, hasta que promediando los 15’ del segundo tiempo entre empujones y casi golpes Céliz, de Riestra, y Quiroz serían expulsados.
El partido estaba trabado hasta que en un córner a favor de Chacarita pasó de todo. Con centro de Blanco, Dematei agarraba a Giménez y era penal clarísimo para Chacarita, no sancionado. La pelota le quedaría a Zanini que empujaría la pelota pero sería sacada de un cabezazo en la línea.
Chacarita era superior pero no lograba sacar ventaja. Hasta que una pelota al área, de un tiro libre apenas pasando mitad de cancha, Giménez, mientras era agarrado y le cometía penal nuevamente Dematei, rozaba la pelota y le daba a Chacarita el único gol del partido.
Chacarita, con puntos muy altos como Perdomo, Cuello y Giménez alcanzó los 58 puntos y retomó la punta en la zona B de la Primera Nacional. Al Funebrero le quedan 6 finales y se ilusiona con jugar la final por el primer ascenso, hoy su rival sería Almirante Brown. Independiente Rivadavia y Deportivo Maipú, sin embargo, no le pierden el rastro ya que tienen 57 y 55 puntos respectivamente.
Riestra por otra parte, está octavo, en el último puesto de reducido con 39 puntos y con Deportivo Madryn y Mitre como máximos perseguidores, ambos con 36 puntos.
La segunda categoría del fútbol argentino está más picante que nunca.