En medio de la belleza natural de Comodoro Rivadavia, un suceso lamentable ha sacudido la tranquilidad de esta localidad. Nos referimos al desmoronamiento ocurrido en la Ruta Tres, una vía crucial que conecta el norte y el sur de la ciudad. El protagonista indiscutible de este incidente es el “cerro chenque”, cuyos movimientos y desplazamientos llevaron al colapso de una porción de la carretera.
Este suceso, que pone de manifiesto la fragilidad del terreno y la importancia de la planificación adecuada, ha generado inquietud y preocupación entre los habitantes de Comodoro Rivadavia. La entrada principal a la ciudad se ha visto afectada, lo que impacta tanto en el tráfico cotidiano como en el traslado de mercancías hacia las provincias australes, como Santa Cruz y Tierra del Fuego.
El incidente en cuestión no es una sorpresa repentina. Ya desde el año 1995, se registraron los primeros movimientos del cerro chenque que resultaron en la ruptura de la Ruta Tres. A lo largo de los años, se han implementado medidas para mitigar estos riesgos, como la construcción de terrazas en el cerro, que demostraron ser efectivas en situaciones pasadas, como las inundaciones del 2017.
Sin embargo, en esta ocasión, la magnitud del desmoronamiento ha superado todas las expectativas. Una grieta de dimensiones impresionantes se ha abierto en la carretera, representando una amenaza constante. Expertos indican que la grieta sigue ensanchándose día a día, y no se descarta la posibilidad de nuevos desprendimientos.
La pregunta que surge es: ¿se pudo haber evitado este desastre? Algunos señalan que las señales estaban presentes desde hace tiempo. El viento en la ruta y los movimientos del cerro chenque eran claros indicadores de un posible colapso. La planificación y las inversiones adecuadas podrían haber prevenido esta tragedia.
Se plantea la cuestión de por qué no se realizó una obra más sólida y duradera en el pasado. En retrospectiva, la idea de construir un viaducto o puente sobre la Bahía parece una solución viable, pero en el momento no fue respaldada por la comunidad, preocupada por la alteración visual del paisaje. Ahora, se estima que la construcción de tal proyecto requeriría una inversión de 60 millones de dólares.
El gobierno local está tomando medidas para afrontar la situación. El intendente de Comodoro Rivadavia está en contacto con el Ministro de Obras Públicas, buscando asegurar los fondos necesarios para restaurar la conectividad de la Ruta Tres. La propuesta de construir un puente cobra nuevamente relevancia, con la intención de evitar futuros desmoronamientos y garantizar la seguridad vial.
En conclusión, el desmoronamiento en la Ruta Tres de Comodoro Rivadavia ha puesto de manifiesto la importancia de una planificación adecuada y la inversión en infraestructuras resilientes. Este incidente no solo ha interrumpido el flujo de tráfico, sino que también ha generado una reflexión sobre las decisiones pasadas y futuras en relación con la seguridad vial y la preservación del paisaje. La comunidad espera que, a pesar de los desafíos, se logre restaurar la vital conexión que la Ruta Tres representa para Comodoro Rivadavia y las provincias vecinas.