Autor: Lucas Ignacio Verduci Velcoff.
Desde la sociología de las ideas de Max Weber, la neurodiversidad puede analizarse en relación con los valores culturales e ideológicos dominantes. Weber entendía que las ideas no emergen en el vacío, sino que están condicionadas por estructuras económicas y contextos históricos específicos. En este sentido, la forma en que la sociedad conceptualiza la neurodivergencia está profundamente influenciada por las ideologías que gobiernan la economía y la política.
El liberalismo social, que combina el reconocimiento de los derechos individuales con el papel del Estado en garantizar la igualdad de oportunidades, tiende a ver la neurodiversidad como una dimensión de la diversidad humana que debe ser protegida y apoyada mediante políticas públicas. Desde esta óptica, la intervención estatal en la educación, la accesibilidad y el empleo se justifica como un medio para evitar la exclusión de las personas neurodivergentes del ámbito social y económico.
Por otro lado, los libertarios como Ayn Rand, Benegas Lynch, Javier Milei y Jesús Huerta de Soto parten de una visión del individuo basada en la autonomía radical y la supremacía del mercado sobre la acción estatal. Rand, con su filosofía objetivista, enfatiza la razón y la autosuficiencia como virtudes esenciales del ser humano, lo que dificulta la aceptación de la neurodivergencia si se percibe como una limitación para la autodeterminación. Benegas Lynch y Milei, influenciados por la Escuela Austriaca, defienden la idea de que las diferencias individuales deben ser gestionadas a través del libre mercado, sin intervención estatal. En este marco, la neurodivergencia no se considera un problema social que requiera regulaciones o apoyo público, sino una característica que el mercado debe absorber mediante la competencia y la innovación.
Desde la perspectiva de Huerta de Soto, quien aboga por la eliminación del Estado en favor de estructuras voluntarias de cooperación, la neurodivergencia no debería ser objeto de políticas específicas, sino parte de un orden espontáneo donde las interacciones libres definan las oportunidades para los individuos neurodivergentes. Esto contrasta con enfoques más inclusivos que ven necesario un marco institucional para evitar desigualdades estructurales.
En definitiva, mientras que la sociología weberiana y el liberalismo social reconocen la influencia de las ideas en la construcción de la realidad y el papel del Estado en la equidad, el libertarismo asume que la neurodivergencia debe resolverse dentro del mercado sin intervención pública. Este contraste revela cómo la neurodiversidad no es solo un fenómeno médico o biológico, sino también una construcción social profundamente influenciada por las ideologías dominantes.
Lucas Ignacio Verducci es un sociólogo argentino. Condujo “La mañana con Lucas Ignacio Verducci” por Radio Del Pueblo.